Porque tú eres mi padre, oh Señor y Padre, mío.
En tus manos pongo mi espíritu, y me uno a ti.
Padre, haz en mí lo que te plazca;
y por todo lo que me hayas hecho, te estoy agradecido.
Gracias por todo, estoy disponible para todo;
Acepto todo; gracias por todo.
Hágase tu voluntad, Oh Dios mío,
en todas tus criaturas,
que se haga tu voluntad en todos tus hijos,
y a todos los que amas con el corazón,
No deseo nada más, Oh Dios mío.
Pongo mi alma en tus manos;
Con todo mi amor te la doy, Oh Dios mío,
Porque realmente te amo,
Porque es una necesidad de amor para mí dar todo de mí,
Para ponerme en tus manos sin hacer cuentas;
me entrego todo
de mí en tus manos con confianza ilimitada,
Porque tú eres mi Padre. ️
San Carlos de Foucauld - Meditaciones en el Evangelio