Dos visiones acerca del gran corazón del Hermano Carlos, especialmente en su encuentro con las personas en quienes ve al mismo Jesús aquel que lo llamó y le regalo la visión de la Espiritualidad de Nazaret.

La acogida fraterna trastorna rápidamente el programa de vida de monje que se había trazado: "quiero acostumbrar a todos los habitantes del lugar, cristianos, musulmanes, judíos, no creyentes, a considerarme como su hermano, el hermano universal. Comienzan a llamar a la casa "la fraternidad" y esto es una alegría para mí...."(carta a Marie de Blondy, 7/1/1902)

Frante a la esclavitud hace lo que puede: logra comprar esclavos para devolverles la libertad. cuando toma conciencia de la complicidad de las autoridades francesas alerta a la opinión pública, durante 1902, escribe una carta tras otra.
La convicción de que Jesús está presente en el ser humano que sufre como lo está en la Eucaristía, transforma y unifica su vida. Es un mismo amor el que le hace pasar horas delante del Santísimo y que lo compromete con todos aquellos en quienes sufre y muere Jesús.
Tomado del libro: Orando con Carlos de Foucauld, Ágape libros.